Ruta impactante y llena de contrastes por tierras segovianas y más en concreto en la Sierra de Ayllón, donde parece haberse detenido el tiempo, lejos del turismo masivo de fin de semana y que hará las delicias del fotógrafo.
Esta Ruta por los Pueblos Rojos y Negros en la provincia de Segovia debe su nombre al particular color que tiñe la mayor parte de sus construcciones, realizadas en pizarras y piedras calizas con tonalidades rojas, amarillentas o grises dependiendo de las características del terreno de cada zona.
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Antes de empezar a leer el contenido y desarrollo de la ruta, puede ser una buena idea ver toda la:
Descubre a través de las imágenes que la componen qué puedes encontrar, ver y visitar. Los lugares más atractivos, los rincones con más encanto y las ubicaciones para conseguir las mejores fotografías.
El acceso para realizar esta ruta es a través de la A1, cerca del puerto de Somosierra, donde tomaremos el desvío por la N-110 a la vecina localidad de Riaza. Desde el casco urbano se coge la carretera local en dirección Santibáñez del Val, donde a pocos kilómetros tendremos la primera parada.
Alquité
Comenzamos en Alquité, un pueblecito de apenas cuatro calles y escasos vecinos, en el que sin duda merece la atención la iglesia románica de San Pedro que data del siglo XII. Situada en lo alto de un pequeño cerro, desde este punto podemos fotografiar excelentes panorámicas de la Sierra de Ayllón que tendremos ante nosotros.
Villacorta
La siguiente parada la haremos en Villacorta, un pueblo rojo en su máximo esplendor y el más representativo de este tipo de la zona. Sirve a muchos vecinos como segunda residencia, donde algunas de las casas que fueron abandonadas en su día han sido rehabilitadas para el turismo rural. Nos podremos perder por sus calles silenciosas y admirar la iglesia de Santa Catalina, que conserva un pórtico románico y un artesonado mudéjar, y el molino de la ferrería.
Madriguera
Continuaremos a Madriguera, también de arquitectura roja, que fue un importante enclave comercial en la Comarca en el siglo XIX. Tras un periodo de declive, el pueblo resurgió gracias al turismo rural y se fueron rehabilitando poco a poco gran cantidad de edificaciones. De hecho es el núcleo más rehabilitado de la zona, en el que algún que otro famoso instaló aquí su segunda residencia. Madriguera es el único pueblo de la zona, en el momento de realizar este post, donde hay un restaurante para poder comer.
El Muyo
A la salida de Madriguera, en un cruce de caminos, nos desviaremos hasta El Muyo, el mejor ejemplo de pueblo negro de la parte segoviana, donde el visitante parecerá que ha retrocedido en el tiempo.
Paseando por sus innumerables rincones para disfrutar de su arquitectura hecha completamente de pizarra negra, los habitantes de El Muyo no tienen el más mínimo inconveniente en entablar conversación con el visitante forastero. Incluso se ofrecerán para acompañarte a recorrer sus calles y a contarte sus duras condiciones de vida en épocas pasadas.
El Muyo cuenta con un bar social en el que se puede tomar algo y en ocasiones picar alguna cosilla de aperitivo.
Desde aquí iniciaremos la vuelta para Riaza, aunque vamos a hacer otras dos paradas que pasamos de largo a la ida. Para ello primero cogeremos el desvío hacia la aldea de Serracín un poco antes del cruce en el que nos desviamos para El Muyo.
Serracín
Se trata de un pueblo que a primera vista parece estar abandonado, aunque algunas casas están empezando a rehabilitarse para servir como segunda residencia de descanso.
En la Plaza Mayor nos encontramos con dos fuentes, un lavadero, y la iglesia de la Natividad, de la que únicamente se conserva la espadaña y una cruz hecha de troncos donde alguna vez estuvo el altar.
Una vez de regreso a la carretera que nos conducirá a Riaza, cogeremos un nuevo desvío a la izquierda hacia nuestra última parada.
Becerril
Por una carretera demasiado estrecha, sin apenas tráfico, pero con unas vistas preciosas de la Sierra de Ayllón, nos encontraremos de frente con el pueblecillo. De nuevo hay que perderse por sus callejuelas y contemplar sus robustas casas de pizarra, su singular plaza, el pilón y su iglesia.
Aquí también vamos a encontrar un bar social donde es posible beber y picar algo.
A pocos kilómetros estaremos de vuelta en Riaza, punto de inicio de nuestra Ruta Fotográfica, donde al final de la jornada nuestra cámara de fotos echará humo.
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Aquí puedes hacerte una idea de cómo llegar a todos los pueblos en esta ruta en coche.